¿Existe algún truco de decoración para sacar metros de donde no los hay? Pues no. El espacio es el que es. Y si ‘ampliamos el salón’ es a costa de una terraza o tirando el tabique del pasillo. Pero podemos aprovechar huecos que a veces no sabemos ni que tenemos.

Aquí te dejamos algunas ideas para sacar partido a esos rincones inutilizados y ganar espacio sin hacer grandes obras.

En el baño

¿Tienes un baño ‘normalito’, tirando a pequeño, y necesitas ganar espacio de almacenaje? La solución obvia es cambiar la bañera por un plato de ducha. Pero ya hemos dicho que no queremos hacer obras.

Por ello, te propongo otras alternativas más sencillas y económicas, como las que he aplicado en mi casa. La primera, cambiar el lavabo.

La mayoría de pisos con ciertos años de antigüedad tienen un lavabo con pie. Si lo sustituyes por un modelo suspendido de pared, podrás colocar debajo un mueble o unas cestas para la ropa.

Yo compré un mueble con lavabo encastrado que, además de darle un aire nuevo al baño, resulta muy práctico. Y como era un resto de serie, tenía un importante descuento. Mira en tiendas de barrio y te llevarás una agradable sorpresa.

Otra solución evidente para aprovechar huecos es quitar el bidé.

He visto pisos con problemas de espacio en el baño, en el que no faltaba este sanitario. Y muchas veces sólo lo usamos para dejar la ropa sucia. Se puede cambiar por un mueble alto y estrecho, que tenga una cesta abajo.

Cambiar una puerta

Una puerta estándar (203-211 cm de alto por 62, 72, 82 o 92 cm de ancho) no sólo ocupa este espacio. Sino también el que precisa para hacer el giro.

Cambiando el modelo abatible por otra apertura que no ocupe sitio al abrirse, ganarás la pared correspondiente. Yo sustituí la puerta del aseo por otra plegable, sin obras. Y coloqué una ducha en la esquina que quedó libre.

En este caso se trataba del aseo del dormitorio, de un uso más privado. Para el baño principal no me gustan estas puertas, porque son menos estéticas y dejan pasar más ruido.

No obstante, la solución en este caso fue muy sencilla: cambiar el sentido de la apertura hacia afuera. Si tienes sitio para el giro, es una forma barata de aprovechar huecos en el interior de la estancia.

En este caso, es mejor elegir puertas con bisagras ocultas para que el acabado sea más estético.

En la cocina, puedes colocar una puerta corredera. Bien empotrada en el muro, bien sobrepuesta. Ésta queda suspendida de una guía fijada en la parte superior y no requiere obras.

Aprovechar huecos en la cocina

Sin salir de la cocina, en la actualidad existen un montón de soluciones para aprovechar huecos. Barras para la pared, estanterías estrechas… Pero este tipo de auxiliares deja el menaje al descubierto y exige ser muy ordenado.

Además, las paredes se pueden ver abarrotadas, si abusamos de los ganchitos. ¿La alternativa? Cambiar el fregadero de dos senos por otro de uno.

Así, no sólo ganarás superficie de trabajo, sino también espacio en el mueble de abajo. El suficiente como para instalar un lavavajillas de 45 cms., por ejemplo.

Otra idea sencilla de aplicar es colocar un rinconero de extracción total en el armario de la esquina.

¿Te resultan útiles estas ideas? Nos falta hablar del salón y el dormitorio, que dejaremos para un post posterior.