Las altas temperaturas nos han permitido prolongar el veranillo y los chapuzones. Pero tras el cambio de hora, ya no apetece bañarse. Es el momento de preparar la piscina para el invierno.

La dejaremos descansar hasta que vuelva el buen tiempo. Y trataremos el agua para mantenerla en buen estado y poder recuperarla en condiciones saludables. De esta manera, el año que viene la puesta a punto será más sencilla y barata.

¿Vaciar la piscina?

Hay casos en los que preparar la piscina para el invierno requiere el vaciado de la misma. En climas muy fríos, con riesgo de heladas en invierno, es mejor decantarnos por esta opción. De lo contrario, el agua de la piscina agrietará el vaso cuando se congele.

No obstante, para mitigar la presión del hielo podemos poner en el agua objetos flotantes cilíndricos, como unos bidones.

Si no es nuestro caso, pero queremos aprovechar para desinfectar el vaso, reparar posibles desperfectos,… tendremos que vaciarla igualmente. Y acometer el gasto y esfuerzo de llenarla de nuevo en verano.

Ten en cuenta que si el agua está muy sucia, no podemos vaciar la piscina a través del desagüe porque podemos atascarlo. Es mejor usar la bomba de filtro.

Paso a paso

El sistema habitual de mantenimiento de la piscina es la hibernación, que se realiza cuando la temperatura del agua es inferior a 15 grados con la finalidad de aprovechar el agua de una temporada a otra.

Es, por lo tanto, más barato y sostenible. Además evita el deterioro que produce la presión de la tierra contra el vaso vacío. No obstante, preparar la piscina para el invierno manteniendo el agua exige varias tareas.

La primera es una buena limpieza. Vamos a quitar los residuos –hojas, insectos…-, a fregar a fondo las paredes y a pasar el limpiafondos. Después revisaremos y limpiaremos las compuertas, filtros y skimmers.

El siguiente paso es comprobar el nivel de pH del agua y ajustarlo entre 7,2 y 7,4. Después haremos una cloración de choque, manteniendo el filtro en marcha unas 6 horas.

El trabajo continuará al día siguiente. Tenemos que limpiar el filtro y añadir un producto invernador. Éste se aplica dos veces: una a principios de la temporada y otra entre enero y febrero, dependiendo del clima.

Existen distintas soluciones químicas para preparar la piscina para el invierno. No es lo mismo una piscina climatizada que una que no se va a utilizar en una larga temporada. Lo mejor es acudir a una tienda especializada y seguir los consejos del fabricante.

Bajar el nivel del agua

En zonas de heladas o de lluvias intensas es aconsejable rebajar el agua a dos tercios de su volumen habitual y mantenerla por debajo de los skimmers. También podemos instalar unos flotadores para impedir que se forme hielo en el agua y reducir la presión.

Por otro lado, hasta que llegue el verano tenemos que evitar que se acumulen en la superficie del agua hojas, ramas y porquerías. Una lona o una cubierta puede ahorrarnos mucho trabajo, además de un dinero en productos químicos para el agua.

La cubierta necesitará un mantenimiento y limpieza, evitando que los productos empleados se queden acumulados en la misma. Y un tratamiento anti-moho para que no nos encontremos una sorpresa desagradable cuando la retiremos.