¿Te gustan las plantas, pero no tienes sitio suficiente en casa? La instalación de un jardín vertical puede ser una solución, al no ocupar espacio en el suelo. Por pequeño que sea, aportará un toque de color y frescor a la decoración.

Pero además de los beneficios estéticos, te ayudará a mejorar la calidad del aire en el interior de tu vivienda. Asimismo, puedes aprovecharlo para plantar hierbas aromáticas para la cocina.

Puedes recurrir a un jardinero o tienda especialistas en este tipo muros verdes. No obstante, te vamos a dar algunas ideas para que lo hagas tú mismo. Esta actividad, además, te servirá para reciclar materiales.

Estructura

Para crear un jardín vertical necesitamos una estructura por la que puedan trepar las plantas. Las más utilizada en estos proyectos DIY es un palet de madera. Podemos conseguir uno en una obra, tiendas de bricolaje o de segunda mano.

Para utilizarlo como soporte de nuestro jardín, debemos limpiarlo y lijarlo, y quitarle las grapas y clavos que pueda tener. Sobre todo si procede de una obra y está muy usado o dañado.

Después, cubrimos la trasera y tres laterales con lona plástica de jardinería, con ayuda de una pistola de grapas. El lateral superior lo dejaremos abierto para usarlo como embocadura de riego.

Es importante colocar varias capas de lona, para evitar que la pared de apoyo coja humedad a causa del riego.

Hay que rematar bien las esquinas, ya que son el punto más crítico. Aprovecharemos para colocar los soportes para colgar el palet, si es el caso.

El siguiente paso será meter el sustrato. Apoyándolo en el suelo, rellenamos el palet de tierra e introducimos las plantas entre las tablas.

Otras ideas

También puedes montar en casa otro tipo de soportes para tu jardín vertical. Por ejemplo, con una caja plana o un marco de madera y una malla metálica de gallinero.

Otra idea es utilizar pequeñas macetas independientes, que puedes colgar de varias estanterías unidas por cuerdas, para dar un toque rústico. O bien sobre el palet anterior, con unos ganchos, o en un enrejado como el que ofrece Ikea.

Un organizador para zapatos también puede convertirse en un jardín vertical. O puedes utilizar fieltro para plantas para construir una estructura similar.

Asimismo, en tiendas de bricolaje puedes comprar sistemas modulares para el cultivo vertical de plantas, como el que mostramos abajo de Leroy Merlin.

 

Jardín vertical en un enrejado

 

Plantas y diseño

Una vez listo el soportes, ¿qué podemos plantar en un jardín vertical?

Debemos elegir plantas de poco volumen y crecimiento lento. Con raíces poco profundas, pero que favorezcan su fijación. Y que necesiten poco sustrato.

Dicho sustrato debe ser ligero y con gran capacidad de retención de nutrientes.

Además, todas las plantas deben tener las mismas necesidades hídricas. También es importante colocar abajo las que tengan menos necesidades de luz, ya que recibirán menos.

Por otro lado, si vamos a ubicar el jardín vertical en el interior, debemos seleccionar plantas adecuadas. Existen maceteros especiales para el cultivo hidropónico, con los que no es necesario utilizar tierra. Así evitaremos manchar las paredes.

Si queremos organizar un minihuerto, las hierbas aromáticas como el orégano, el cilantro o el cebollino son opciones estupendas que alegrarán nuestros platos. Pero también podemos plantar rabanitos, rúcula o fresas.

 

Jardín vertical en sistema modular